Tres factores han creado un entorno completamente distinto para el futuro y para la operación del sector industrial en México: la ratificación del T-MEC, la guerra comercial entre Estados Unidos y China y la actual pandemia sanitaria.
Expertos en la materia apuntaron que nuestro país tiene la oportunidad de fortalecer su presencia en América del Norte y potenciar los esfuerzos para atraer inversión a través del reshoring y nearshoring.
En pocas palabras, reshoring se basa en el retorno al país de origen de los procesos productivos anteriormente deslocalizados.
Mientras que nearshoring se basa en la externalización de una parte de los procesos de producción de una empresa, en un país cercano o colindante, buscando acercar estos procesos a su principal mercado.
En este escenario, los estados del norte de México serán la puerta de entrada para las nuevas inversiones y los desarrolladores inmobiliarios industriales tendrán que prepararse para satisfacer la demanda prevista.
Kenneth Smith, ex jefe negociador de la modernización del T-MEC, señaló que es importante que México logre convencer a empresas globales que producir en nuestro país es nearshoring. “Y que las empresas estadounidenses, canadienses o de cualquier parte del mundo que inviertan en México, no es offshoring, es nearshoring; es formar parte de esta comunidad norteamericana que va a ayudar a fortalecer la competitividad de la región”.
Especialistas coinciden que el comercio debe diversificarse y establecer mecanismos que garanticen que no se cancelarán pedidos ni se afectará la economía mundial, en caso de presentarse otra crisis global.
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