La industria automotriz será impactada por cuatro fuerzas disruptivas en un futuro cercano: la electrificación, la movilidad compartida, el desarrollo e innovación tecnológica y la entrada de nuevos competidores. La unión de estos cuatro factores provocará que el mercado de componentes como los trenes motrices eléctricos y las baterías tenga un crecimiento de triple dígito para 2025, según el estudio 'Caution ahead: Transformation and disruption for automotive suppliers', de la consultora Deloitte.

El auge de los vehículos eléctricos cambiará drásticamente el mercado de autopartes en los próximos cinco años, introduciendo una mayor demanda de componentes cada vez más sofisticados. Por consecuencia, frenará el crecimiento de segmentos enfocados a vehículos de combustión fósil.

FUENTE: Deloitte.

China, Japón, Estados Unidos y Alemania son pioneros en el desarrollo de estas tendencias. En México, los fabricantes siguen enfocándose en la manufactura automotriz tradicional, sin embargo algunas compañías ya tienen en la mira proyectos de ésta índole para el país, afirma Alberto Torrijos, socio líder del segmento automotriz de Deloitte. Empresas como Continental y Siemens han anunciado grandes inversiones en meses pasados –de 1,600 mdp y 420 mdd respectivamente– para fortalecer sus procesos en materia de manufactura inteligente, entre otros rubros.

“México tiene mucho potencial en términos de componentes tecnológicos, de interiores, mecánicos y power trains (…) Sin embargo, donde estarán los componentes que requerirán de mayor inversión –y que pueden ser una oportunidad para el país– son en baterías, temas de asistencia al pasajero, componentes electrónicos y contenidos de conectividad al interior del automóvil,” agregó Torrijos.

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