El nuevo acuerdo comercial T-MEC (Tratado México-Estados Unidos-Canadá) fue anunciado originalmente por estos tres gobiernos en octubre de 2018, sin embargo fue hasta el martes 10 de diciembre que representantes de las tres naciones firmaron las modificaciones realizadas al acuerdo. A continuación resumimos algunos datos publicados hasta el momento y cómo pueden afectar al sector automotriz en México.

Acero:

Se adoptará una definición más estricta de acero y aluminio en las reglas de origen. El T-MEC establece la obligación de que el 70% del acero y 70% del aluminio comprado anualmente por las armadoras ubicadas en América del Norte deberá ser de Estados Unidos, Canadá o México.

La primera fundición del acero, es decir los planchones de acero, se tienen que manufacturar en América del Norte, explicó Alberto Bustamante, director de comercio y normalización de la Industria nacional de Autopartes (INA). Esto es para evitar, por ejemplo, que México importe estas materias primas de China o Brasil. México aceptó el compromiso de aumentar el contenido regional de acero y aluminio pero fijando una moratoria de 7 años y 10 años, respectivamente.

Industria automotriz:

Entre los cambios destacados del nuevo acuerdo y ya anunciados en 2018, se incluye el establecimiento de un cupo de 2.6 millones de vehículos exportados a Estados Unidos en el caso de que el gobierno americano imponga aranceles de autos globales de un 25% (por motivos de seguridad nacional).

La cuota permitiría un crecimiento significativo en las exportaciones de automóviles libres de aranceles desde Canadá, por encima de los niveles actuales de producción, de alrededor de 2 millones de unidades, según Reuters.

Como contraparte, para ser exportado sin aranceles, se requerirá que el 75% del vehículo haya sido producido en alguno de los tres países (el TLCAN exige el 62.5%). Se trata del único tratado a nivel mundial que fija reglas de origen para vehículos, subraya la agencia EFE.

Por otro lado, el 40% del costo del vehículo deberá provenir de plantas que paguen salarios de $16USD la hora, con lo que Estados Unidos busca evitar la deslocalización de fábricas a zonas de bajo costo en México.

Está previsto que la vigencia del nuevo acuerdo se extienda por 16 años, con revisiones cada seis.

Derecho de los trabajadores:

Las negociaciones recientes entre los legisladores derivaron en normas más estrictas sobre los derechos de los trabajadores, destinadas a reducir la ventaja mexicana de bajos salarios, incluida la verificación del cumplimiento de normas en fábricas.

Se estableció la creación de paneles de resolución de diferencias, que estará integrado por un experto laboral de cada país. Estos paneles de expertos tendrán su sede en México y proporcionarán información "in situ" acerca de las prácticas laborales, afirma Reuters. En caso de que exista un problema respecto al capítulo laboral del T-MEC, el país afectado tendrá 85 días para resolverlo de forma interna. De no ser exitoso, la anomalía pasaría a resolverse en el panel.

En el caso de México, la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) sería la dependencia encargada para darle seguimiento.

Al hacer un balance sobre lo alcanzado en las negociaciones, Jesús Seade, subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, destacó que con el T-MEC se alcanzaron resultados "razonables", "buenos o muy buenos para México".

Información tomada de:
https://bbc.in/36ri7Wf
https://bit.ly/34itkqC